Mi famosa mudanza no ha terminado todavía.
Hace ya cinco meses que hacemos como los caracoles : todos encimas y a andar. O mejor dicho, según mis cálculos han sido cinco meses, comprobados también mediante la cuidadosa consulta del calendario gregoriano, ya en boga en 1582, así que supongo que sea fiable.
Pero parece que no: los meses de acuerdo a los constructores, electricistas, pintores, parquetistas, escribanos, tienen otra tendencia, al parecer, de hecho, sus 30 días más o menos se corresponden con mi 60. No se que calendario usan pero tengo que descubrirlo y y rapido, pues asi se me extiende el tiempo ya que en mi calendario se encoge rápidamente, siempre demasiado rápidamente.
En este dilema espacio temporal tengo que encontrar un equilibrio entre mi insana tendencia al almacenamientos alimentos y el mantener a heladera a nivel del subsistencia: “No querrás mudar otra vez harinas y azúcar y especias varias, ¿no?”
Y esta no es la voz de mi conciencia que me habla, mas bien es el vozarron de mi media manzana que no puedo callar, como hago con mi grillo interior.
Entonces me dirijo a un recurso inagotable: las tartas, que son siempre una buena solución para preparar algo para tentar y para resolver la compra torpe de 5 kg de patatas.
Los hongos y las patatas son una combinación clásica, la papa mejora el sabor de las setas y hongos ennoblecer la papa.
Y esta es la receta de relleno:
Ingredientes:
300 gramos de hongos (setas), yo usé portobellos
2 papas medianas
1 echalote
1 diente de ajo
1 / 2 taza de vino blanco
unas ramitas de perejil
100 g de de queso crema
50 g de queso emmental rallado
Aceite
Sal y pimienta
Pelar las patatas y cortarlas en rodajas finas. Blanquerlas durante 3 minutos en agua hirviendo con sal, escurrir y reservar.
Lavar los hongos, secar con toallas de papel de cocina, cortar los tallos y las capillas.
Picar el ecjalote.
En una cacerola, calentar dos cucharadas de aceite de oliva y rehogar el echalote y el diente de ajo entero, añadir los hongos, los tallos primero y después de las tapas, rociar con el vino, sal y pimienta y rehogar para un par de minutos.
En la misma sartén añadir las patatas y mezclar para que adsorban el aromas de los hongos. Perfumar con el perejil picado.
En un bol mezclar el queso crema y con el emmental, transferit los hongos y las patatas en el queso crema, si es necesario eliminar el exceso de líquido liberado por hongos, y mezclar bien.
Rellenar la masa brisée cruda ya el en molde
Cocinar en horno precalentado a 180 grados y hornear por 20 minutos.
TORTA SALATA DI FUNGHI E PATATE
Il mio famoso trasloco non é ancora finito.
Ossia da cinque mesi cinque facciamo come le chiocciole: l’essenziale addosso e via andare. O meglio, secondo i miei calcoli sono passati cinque mesi, confortata anche dall’attenta consultazione del calendario gregoriano, in voga giá da 1582, per cui immagino che sia affidabile.
Orbene, pare di no: i mesi secondo costruttori, elettricisti, pittori, parquettisti, notai hanno un altro andamento, sembra, infatti, che i loro 30 giorni corrispondono piú o meno ai miei 60. Non ho capito che calendario usino e lo devo scoprire velocemente almeno cosí mi si stira il tempo, nel mio calendario il tempo si accartoccia velocemente, sempre troppo velocemente.
In questo dilemma spazio temporale dovrei trovare un equilibrio improbabile tra la mia insana tendenza all’accapparramento alimentare e il mantenere il frigo a livello di sussistena: “mica vorrai traslocare ancora farine spezie e zuccheri vari eh ?!”
E questa non é la vocina della coscienza che mi parla, ma il vocione della mia metá a cui non posso non dare retta, come faccio il grillo parlante interno.
Allora ricorro a una risorsa inesaurbile: le torte salate sono sempre una buona soluzione per preparare quacosa di sfizioso e per risolvere anche il maldestro acquisto di 5 kg di patate.
Funghi e patate: sono una combinazione classica, la patata esalta il sapore dei funghi e i funghi nobilitano la patata.
La ricetta é nel mio BLOG DONNE SUL WEB con altre squisite ricette di funghi
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