La tarantella es una danza, todo el mundo lo sabe. Un baile del sur de Italia, con saltos y mandolinas que se convierte en una especie de banda sonora irónica del italiano en el extranjero.
¿Qué hacer cuando se trata de celebrar Italia, que música se utiliza? Una hermosa tarantella. Durante años, aquí en Buenos Aires, en las fiestas escolares dedicadas a los inmigrantes o para celebrar las diversas comunidades incluyendo la italiana, fui testigo de inexorable tarantella , con faldas rojas y camisas blancas para niñas. Obviamente con pandereta plasticosas.
Me encanta la tarantella, su ritmo hipnótico e histérico, que lleva a un clímax con una danza dionisíaca e infernal. Me encanta el violín en un crescendo constante que se retorce contra sí mismo, pero no me gusta la tarantela for export, el que tiene la pandereta fuera de tono, la de iammeiamme, que es el equivalente musical de las raras interpretaciones de cocina italiana como las fettucine Alfredo, el tiramisú sin mascarpone, pesto con perejil.
Pero la batalla está perdida, porque los italianos somos muy malos exportadores de nuestra cultura y grandes importadores de modas, la gastronomías y sugerencias musicales. El pabellon de Italia en la Feria del Libro de Buenos Aires era algo triste y penoso, lleno de nada más que libros de texto de lengua italiana para extrajeros, y extrañamente, a pesar de todo, estaba lleno de personas que miraban codiciosos esos cuatro novelas puesta ahí sin cuidado.
Entonces no queda que agarrar la tarantella iammeiamme (que en el original sería también muy agradable) y las fettuccine Alfredo, nos las merecemos, y guardar en secreto que hay unas cuantas de tarantella, la napolitana, la del Salento o sea la pizzca, la Calabrese, y la de Sorrento lánguida comoel movimiento de las sirenas.
Aquí pongo sólo una pequeña muestra de una taratella verdadera, una pizzica salentina.
En Argentina a la tarantella han dedicado incluso un postre que se llama simplemente Tarantella, o mejor Tarantella de manzana. Es un postre clásico que se está en los menues de los bodegones o de las pizzerías de la capital, donde se encuentra la cocina más auténtica de Buenos Aires, la que vino de las muchas colectividades que han emigrado a este país y donde la cocina española y la italiana son las preponderantes .
Hice bastante esfuerzo para convencer a mis amigos porteños de la inexistencia de la tarantella en el panorama de los postres clásicos italianos, hubiese sido más fácil convencerlos de la existencia del unicornio o del burro volandor . Hubo quienes se lanzaron en una docta disquisición sobre el hecho de que el postre deriva de una tradición por la cual después de haber sido mordidos por una tarántula, y de haber bailado para eliminar las toxinas venenosas, era necesario recupar energías con un postre calórico . Me di por vencida.
De todos modos, es un postre rico e inteligente, ideal para reciclajar las rebanadas de pan que sobran, o que estan casi moribundas, que junto con las rodajas de manzana y el huevo que crean algo así como un cruce entre un flan y un pastel de pan.
TARANTELLA DE MANZANA
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de reposo: 12 horas en el refrigerador después de la cocción
Tiempo de cocción: 90 minutos
Dificultad: Fácil
Porciones: 8 -10
Ingredientes:
20 rebanadas de pan lactal cortadas finas (puedes usarlos fácilmente Schär Pan Carré)
200 g de mantequilla
500 g de manzanas rojas (unos 2 manzanas grandes)
8 huevos grandes
150 g de azúcar
250 ml de crema fresca
Para el caramelo:
300 g de azúcar
100 ml de agua
Necesitan:
Un molde de budin de 28 cm *
Una caserola para el caramelo
Un bol grande
Cucharas y cuchillos
Una asadera para cocer al horno en un baño maría
* Se puede ajustar a la dimensión de cualquier molde, lo importante es que la preparación sea bien húmeda de mezcla los huevos, el azúcar y la crema.
Procedimiento:
Preparar el caramelo: en una cacerola de fondo grueso cocer el azúcar y el agua a baja temperatura hasta que el azúcar se convierte en un color dorado.
Verter el caramelo en el molde.
Preparar la mezcla de los huevos con el azúcar y la crema, sin batir mucho.
Eliminar la corteza del pan y untar con mantequilla blanda.
Pelar las manzanas y cortar en rodajas finas.
Precalientar el horno a baja temperatura: 160 grados.
Ahora armar el postre: hacer una capa de pan sobre el caramelo, con el lado con mantequilla hacia abajo, distribuir arriba un poco del ligue de huevo y crema.
Formar una doble capa de rodajas de manzana sobre las rodaja se pan. Seguir cubriendo con las rodajas de pan, el ligue de huevos y las manzanas hasta terminar con una capa de pan con el lado untado con mantequilla para arriba.
Verter lo que queda de la mezcla de huevos sobre toda la superficie del pan.
Hornear el pastel en el horno a 160 en un baño maría durante unos 90 minutos.
Retirar del horno y dejar enfriar sin sacar del molde y poner en la heladera durante 12 horas, luego desmoldar mojando antes la base del molde en agua caliente, para que el caramelo se derrita bien y servir a temperatura ambiente.
Algunas personas lo comen con una generosa cucharada de dulce de leche o crema. Digamos que despúes hay que bailar …
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