Los repollitos de Bruselas tienen mucha personalidad. El sabor semiamargo y concentrado, para algunos hasta sulfuroso, hace que esta verdura se odie o se ame. Empecé amarlos mas que nada por una cuestión estética: los repollitos de bruselas son lindos. Son miniaturas, son armoniosos, son chiquitos, tienen un verde suave con varias matices. Después me enamoré también del sabor fuerte, que se casa con casi todo: ingredientes suaves, como la salsa blanca, o fuertes, como la panceta. Los repollitos…